Santa Teresa de los Andes
13/07/2025 | Por Acción Familia
Suele mostrarse a los santos como entes fuera de la realidad. Santa Teresa nos muestra aquí una profunda comprensión de la lucha entre el bien y el mal en la HIstoria
Suele mostrarse a los santos como entes fuera de la realidad. Santa Teresa nos muestra aquí una profunda comprensión de la lucha entre el bien y el mal en la HIstoria
Del fondo del corazón añadimos algo de creativo a aquello que vemos, oímos y palpamos con las manos. Eso se llama poesía, eso es la leyenda. Todas las personas añaden algo de poético al mundo. A todas las cosas añadimos algo de poético. Es una necesidad inevitable.
Vista aérea del Castillo de Windsor. Se tiene la impresión, en un primer momento, de que se trata del escenario para un encuentro de hadas. La inmensidad del edificio, la maravillosa variedad de sus partes, la delicadeza y la fuerza que se afirman en todas ellas, todo en fin, da la sensación que se está en presencia de algo que supera con creces la realidad cotidiana. Este edificio, este fantástico conjunto de edificios es, al mismo tiempo, símbolo y relicario de una institución: la realeza británica.
El Pontificado de San Pío X se desarrolló desde 1903 a 1914, un período marcado por muchas y arduas luchas. San Pío X condenó el movimiento denominado “modernismo”, estigmatizado por el Pontífice como la “síntesis de todas las herejías”.
Clausewitz, uno de los grandes teóricos de la guerra, nos enseñó que la victoria sobre un pueblo no consiste en destruirlo físicamente, sino en quitarle la determinación de luchar. Quinientos años antes de Cristo, el escritor chino Sun Tse (hoy día más conocido como Sun Tsu), discurriendo sobre las “Reglas del Arte militar» explicitó ese mismo principio.
En Japón floreció un régimen feudal bastante desarrollado. Una de las glorias de esa nación es haber intuido los principios de sabiduría que fueron los fundamentos del feudalismo medieval. Y de haber intuido esto de tal manera que, haciéndose el cotejo entre los regímenes medievales japonés y del régimen medieval en Occidente, se constatan trazos de semejanza.
Las muchas crisis que conmueven el mundo de hoy -del Estado, de la Familia, de la economía, de la cultura, etc.- no constituyen sino múltiples aspectos de una sola crisis fundamental, que tiene como campo de acción al propio hombre. En otros términos, esas crisis tienen su raíz en los más profundos problemas de alma,
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En esos tiempos fabulosos, el corazón de los hombres no estaba endurecido como en nuestros días. El recolector de impuestos Jean Alais había imaginado un nuevo impuesto de un denario por cesta de pescado vendido en el mercado de Les Halles. Con ello, fundó, bajo la invocación de Sainte–Agnès, una capilla que fue rápidamente erigida en parroquia y consagrada a Saint–Eustache.
¿Cuál es la solución para la crisis contemporánea? Ciertamente es la familia monogámica indisoluble. Ella es la fundación permanente del relacionamiento humano fundamental en aquello que él deriva directamente del orden divino.
El orden de cosas que viene siendo destruido es la Cristiandad medieval. La Cristiandad no fue un orden cualquiera, posible como serían posibles muchos otros órdenes. Fue la realización, en las circunstancias inherentes a los tiempos y lugares, del único orden verdadero entre los hombres, o sea, la Civilización cristiana.