La quinta columna y la misteriosa derrota del bien
03/11/2024 | Por Acción FamiliaQuizá el conocimiento de ese concepto nos ayude a comprender el misterio de los sistemáticos errores que cometen quienes defienden las buenas causas.
Quizá el conocimiento de ese concepto nos ayude a comprender el misterio de los sistemáticos errores que cometen quienes defienden las buenas causas.
Un cuento que ilustra bien, como los lobos siempre serán lobos y que las ovejas deberán cuidarse siempre de ellos.
Un universo de criaturas iguales sería un mundo en que se habría eliminado, en toda la medida de lo posible, la semejanza entre criaturas y Creador. Odiar, en principio, toda y cualquier desigualdad es, pues, colocarse metafísicamente contra los mejores elementos de semejanza entre el Creador y la creación, es odiar a Dios.
Lleváis el nombre de Cristo, pero sería más justo si llevaseis el nombre de Pilatos. Sois la gran corrupción, porque estáis en el medio. Queréis estar en el medio, entre la luz y el mundo. Sois maestros del compromiso y marcháis con el mundo.
En una democracia desvirtuada, la libertad se transforma en tiranía y la igualdad degenera en nivelación mecánica. La libertad, en cuanto deber moral de la persona, se transforma en una pretensión tiránica de dar libre desahogo a los impulsos y a los apetitos humanos.
El movimiento liberal, a despecho de sus tentativas de colaboración con los católicos, dominó Europa y realizó sus objetivos esenciales: la descristianizó, la laicizó, disolvió la Familia y el Estado, y arrastró al mundo contemporáneo por un camino en que llegó a dos dedos de la anarquía. Habitualmente se presenta como solución a los problemas sociales
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En el siglo XIX, como respuesta católica a la llamada «cuestión social» provocada por la revolución industrial que desarraigando millones de personas de su hábitat natural, creó el proletariado-, surgió la corriente denominada «catolicismo social”, que pretendía suplir las necesidades, verdaderamente enormes, de esta clase.
Hoy, la clase intelectual dominante busca reemplazar la «civilización moderna» en decadencia por una basada en una «nueva síntesis cultural», invirtiendo la concepción cristiana del mundo, del hombre y de Dios.
La mentalidad de la «tercera Familia» es universal. Suspiran delante de la contradicción caótica de nuestros días, se aturden… y no pasan de esto. Ser coherentes les parece duro, desalmado, rígido. En una palabra, inhumano. Vivimos en pleno caos. Al leer esta frase inicial, habrá quien haya pensado: «¡Qué manera banal de comenzar éste artículo!» Realmente,
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Es peor y más grave el error de aquellos que se engañan pensando que lograrán una paz efímera complaciendo al mundo “en donde domina enteramente el demonio” (1 Jn 5, 19) como si fuera posible la armonía entre la luz y las tinieblas, entre Cristo y el demonio. Están pues muy equivocados los que creen
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