La decadencia de Roma y el mundo actual
26/03/2023 | Por Acción Familia
Al comparar los síntomas de ocaso registrados en el libro con los de la sociedad actual, nos encontramos con algunas semejanzas relevantes que he querido compartir con ustedes.
Al comparar los síntomas de ocaso registrados en el libro con los de la sociedad actual, nos encontramos con algunas semejanzas relevantes que he querido compartir con ustedes.
La inocencia y el sentido común, que generalmente van juntos, descubren a los hombres de hoy verdades que las modas imperantes no les permiten ver. Es lo que nos relata la anécdota siguiente.
Los “moderados”, miran el día de hoy, y no quieren ver el día de mañana. A cada nueva osadía se estremecen un poco, y se adaptan enseguida, formando la convicción de las cosas no irán más lejos
Aristóteles identificó los hábitos alimenticios del hombre como una de las piedras angulares de la civilización, una de las dos actividades que resaltan la naturaleza de la excelencia del hombre (o su barbaridad).
Las persecuciones hechas contra la Iglesia y los verdaderos católicos de nuestros días, son un prolongamiento histórico de las que sufrió Nuestro Señor Jesucristo. ¿Cómo explicar que el Hombre-Dios, que es el Camino, la Verdad y la Vida, haya sufrido persecución?
En lugar de responsabilidad personal, ahora tenemos una regulación cada vez mayor de la conducta por parte de los gobiernos.
En el corazón de las sociedades contemporáneas, agitadas, ruidosas y caóticas, se va formando una zona de desinterés. Una zona inmensa, que ya apartó de las urnas a una impresionante masa de electores. Desinterés silencioso, que revela su fuerza ¿Cuál es la causa de este fenómeno?
Cada vez más va quedando claro que nuestra sociedad camina hacia un callejón sin salida. La deterioración moral de la familia; la de casi todas las instituciones
La sociedad laica es la consecuencia lógica de una sociedad predominantemente materialista.
En ella existe una curiosa forma de ateísmo que afirma que es imposible tener certeza de la existencia de Dios y, en consecuencia, que el hombre debe actuar en el ámbito temporal como si Dios no existiera
Sin Dios y sin Fe no conseguimos explicar las cuestiones más elementales, como son el por qué vivimos, de dónde vinimos, hacia dónde vamos, cuál es el significado de nuestra existencia, por qué existe el universo, quien lo creó y otras preguntas que jamás fueron respondidas