Separaciones precoces
07/10/2024 | Por Acción FamiliaEl romanticismo es todo hecho de ilusiones, afectos descontrolados e hipotéticos hacia personas que sólo serían posibles en el mundo de las quimeras.
El romanticismo es todo hecho de ilusiones, afectos descontrolados e hipotéticos hacia personas que sólo serían posibles en el mundo de las quimeras.
Acordándose de las palabras de su Divino Fundador, «el Reino de los Cielos, es de los violentos», la Iglesia sólo canoniza a los que en vida combatieron auténticamente el buen combate La auténtica santidad La Iglesia enseña que la verdadera y plena santidad, es el heroísmo en las virtudes. La honra de los altares no
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La impureza cubre hoy todo: películas, TV, carteleras, música, entretenimiento, libros y revistas. Debemos luchar contra esta imposición. Las citas siguientes podrán proporcionarnos apoyo y aliento para defender nuestros principios y luchar por la pureza.
Son numerosas las victorias católicas obtenidas por la intercesión de la Santísima Virgen a lo largo de los siglos. Ella misma entregó el Rosario a Santo Domingo de Guzmán en 1212, como arma para la conversión de los herejes albigenses.
«¡Cómo es grande el poder de la oración! Uno diría que es una reina que tiene libre acceso al rey a cada instante y que puede obtener todo lo que pide.
La incoherencia e insensatez del ser humano actual frente a un mensaje tan trascendental no puede dejar de sorprender. Los deseos terrenales han eclipsado en él las aspiraciones celestiales. Incluso cuando tiene promesas claras, directas y llenas de esperanza.
Un tema anterior al respeto que todos nos debemos recíprocamente. Se trata del respeto que cada uno se debe primero a sí mismo, que no debe ser entendido de modo subjetivo e individualista. Es decir, yo me estimo porque soy yo mismo y tal como soy.
La teología moderna corta de raíz cualquier posibilidad de alcanzar una verdad inmutable, y se convierte en un análisis meramente «pastoral», y, por tanto, efímero.
Las personas son modeladas con mucha más frecuencia por los principios vivos que impregnan los ambientes, las costumbres y las civilizaciones, que por teorías estereotipadas o momificadas
El mundo en el que vivimos, supone que la felicidad estaría en la obtención de ciertas cosas materiales. Se corre atrás de una serie de placeres, de conseguir cosas, haciendo no pocas veces de ellas un absoluto, una especie de ídolo al que todo se sacrifica.