El auténtico pueblo ruso antes de 1917
08/02/2021 | Por Acción Familia
Todas las características del alma del pueblo ruso se encuentran también en las ceremonias religiosas, herencia de la Iglesia Católica
Todas las características del alma del pueblo ruso se encuentran también en las ceremonias religiosas, herencia de la Iglesia Católica
Los estilos verdaderamente producidos por una sociedad, lo práctico y lo bello, los elementos de utilidad física y las características de expresión mental se funden armónicamente.
Estabilidad psicológica y calma que muestran es las fisonomías de antaño en contraste con la agitación contemporánea
El célebre Coliseo Romano y el otrora famoso estadio del Maracaná, en Brasil, reflejan las mentalidades de dos épocas: la grandeza del espíritu humano y la banalidad de una época dominada por la máquina
Nuestra época se avergüenza de la vejez. Este sentimiento está tan radicado que, incluso lo que se relaciona de lejos con ella, desagrada.
Así, en la medida de lo posible, se evita hasta parecer tener edad madura. Todo el mundo quiere parecer joven. Y no son raros los que buscan parecer jovencitos.
La existencia de las desigualdades justas y proporcionadas es necesaria al organismo social. La armonía social, que predicó con su ejemplo Nuestro Señor Jesucristo, debe reemplazar el espíritu de lucha de clases que existe con frecuencia.
Tener personalidad, ser una personalidad, es tener un alma bastante desarrollada para dirigir, influenciar, brillar en todo el cuerpo material.
Es realizar en el campo natural una especie de transfiguración de la materia por la iluminación interior del alma.
Cómo se engaña el mundo moderno, cuando ve en la vejez sólo una decadencia física.
En realidad vista con más espíritu, la vejez puede y debe ser un apogeo.
El mejor modo de conocer la belleza infinita e increada de Dios es analizar la belleza finita y creada del universo. Consideremos, por ejemplo, el mar.
La reflexión es el primero de los medios de adquirir la cultura. Mucho más que un ratón de biblioteca – depósito vivo de hechos y fechas, nombres y textos – el hombre de cultura debe ser un pensador.