Frases célebres de Plinio Corrêa de Oliveira
23/03/2024 | Por Acción FamiliaUn breve paseo por el pensamiento de un gran hombre: Plinio Corrêa de Oliveira. Una galería de pensamientos escogidos, para los que les gusta pensar
Un breve paseo por el pensamiento de un gran hombre: Plinio Corrêa de Oliveira. Una galería de pensamientos escogidos, para los que les gusta pensar
Hace algunos meses publicamos en esta página web y en las redes sociales un artículo con esta fotografía. Ella representa a una señora santiaguina subiendo al Cerro Santa Lucía. Leyendo los comentarios no pude dejar de constatar que casi todos tenemos nostalgias de otros tiempos, de otras costumbres, de otras ciudades, etc. Me surgen entonces
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La Revolución no quiso destruir sólo la nobleza y el clero, sino incluso el pueblo. En efecto, las mentalidades modeladas por la Revolución de 1789, aunque proclaman la dignidad de la condición de plebeyo, de hecho se avergüenzan de ella.
Efectos de una catedral. El anonimato reinante en la calle era aquí asumido por una peculiar especie de intimidad. Todo cuanto existe de serio en la naturaleza humana parecía llamado a la superficie: pensamientos sobre la limitación y lo infinitamente grande; sobre la contingencia y la sublimidad.
Los niños tienen esa capacidad a causa de su inocencia y su facilidad para elevarse – a pesar de ser de un modo simple – a los absolutos de las cosas. Ellos reconocen fácilmente lo grande, lo noble, lo bello. Así como también lo feo, lo malo y lo falso.
Dos ambientes populares, dos formas de existencia, dos concepciones del trabajo. De un lado, el contenido de vida tranquilo y digno, el ambiente modesto pero lleno de temperante lozanía, la concepción bautizada y afable del trabajo cristiano. Por otro lado, la vida opresiva y agotadora, el ambiente saturado de egoísmo y de odio, la concepción materialista, brutal y mecánica del trabajo pagano.
Las profundas miradas de esas personas, me hacen pensar en el concepto de la vida que tenían, como siendo una cosa seria, transcendente y noble, en definitiva algo digno de ser vivido como se debe.
Mozart, como es propio al verdadero artista, supo comprender las aspiraciones más profundas de su pueblo y expresarlas. Su música se caracteriza por delicadeza, elegancia y ligereza, con una nota marcadamente aristocrática.
Lo que es más propio a un edificio es albergar convenientemente a las personas. Pero, en cierto sentido, es más importante la función educativa de la estética de un edificio que su aspecto práctico.
La decoración de la fachada de esta casa reproduce aspectos pintorescos de la vida de antaño. Esta alegría de vivir ha desaparecido de los exteriores impersonales hechos de vidrio en los edificios modernos.