La «hipnosis» de las utopías revolucionarias
16/05/2025 | Por Acción Familia
Esta exposición de Plinio Corrêa de Oliveira ilumina uno de los misterios del alma humana: por qué la gente permanece átona frente a la demolición de los valores que aman.
Esta exposición de Plinio Corrêa de Oliveira ilumina uno de los misterios del alma humana: por qué la gente permanece átona frente a la demolición de los valores que aman.
La madre ama a su hijo cuando éste es bueno. Sin embargo, no lo ama sólo por ser bueno. Lo ama también aunque sea malo. Lo ama simplemente por ser su hijo, carne de su carne, sangre de su sangre.
“La persona más importante en la tierra es una madre. “No puede reclamar el honor de haber construido la Catedral de Notre Dame. No necesita. “Ella ha construido algo más magnífico que cualquier catedral – una vivienda para un alma inmortal, la pequeña perfección del cuerpo de su bebé… “Los ángeles no han sido bendecidos
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Jesucristo nos enseñó la energía y la combatividad contra el mal. Las acomodaciones fáciles, si bien que ilusorias, no podían ser practicadas por el Maestro, que prefirió para sí, y para sus discípulos de todos los siglos, la lucha declarada.
La Guardia Suiza es un pequeño ejército con grande ideales: la solidez en la fe católica, la manera cristiana de vivir convicta y convincente, fidelidad inquebrantable y amor profundo a la Iglesia y al Vicario de Cristo
Hay una esclavitud que libera, y hay una libertad que esclaviza. La esclavitud que libera nos la enseña San Luis María Grignion de Montfort. Se trata de la «esclavitud de amor» a la Santísima Virgen.
Según la enseñanza de la Iglesia, el amor y el temor de Dios son virtudes. Y como entre las virtudes no puede haber antagonismo ni contradicción, el amor no excluye el temor, ni el temor excluye el amor.
La Iglesia es el Cuerpo Místico de Nuestro Señor Jesucristo. Su Pasión en nuestros días consiste en que, mientras unos conspiran para destruir la Iglesia, tal vez un mayoría duerme indiferente.
La glorificación de Nuestro Señor en el Domingo de Ramos nos recuerda nuestra inconstancia: lo glorificamos y luego lo crucificamos con nuestros pecados o con la aceptación indiferente de la implantación de leyes inicuas en nuestro País.
Un día el príncipe de los filósofos paganos Platón se puso este grave problema: ¿Si la divinidad se dignase alguna vez descender sobre la Tierra, bajo que figura le convendría mostrarse?