Un mercado nocturno
29/10/2022 | Por Acción Familia
La cortesía, las buenas maneras estructuran una sociedad que sigue siendo como un cuerpo vivo
La cortesía, las buenas maneras estructuran una sociedad que sigue siendo como un cuerpo vivo
Elegantes en sus largos vestidos, cubiertas con sombreros, uno podría pensar que se trata de la dispersión de una reunión de clientes ricos. Son las obreras de la casa de modas Paquin
«Non in commotione Domine» – Dios no se encuentra en la agitación. Al pensar en esta escena, no nos parece que es un verdadero infeliz el individuo intoxicado por la idea que la felicidad se encuentra en la agitación?
Los sencillos objetos de nuestra casa, con los que convivimos familiarmente, pueden tener un considerable poder evocativo. Es necesario detenerse y observar.
El romanticismo es todo hecho de ilusiones, afectos descontrolados e hipotéticos hacia personas que sólo serían posibles en el mundo de las quimeras.
Es un placer contemplar a una persona consciente de su dignidad, de su elegancia, de su personalidad, lejos del nerviosismo de la vida moderna.
La ciencia ha demostrado la extraordinaria reactividad del feto humano al sonido, al gusto, al tacto y al dolor, a través de las ecografías, de los electroencefalogramas y de las endoscopias.
El mundo en el que vivimos, supone que la felicidad estaría en la obtención de ciertas cosas materiales. Se corre atrás de una serie de placeres, de conseguir cosas, haciendo no pocas veces de ellas un absoluto, una especie de ídolo al que todo se sacrifica.
Si hoy en día, todos los hombres practicasen la ley de Dios, ¿no se resolverían rápidamente todos los problemas políticos, económicos, sociales, que nos atormentan?
La quimérica igualdad de derechos entre hombres y mujeres, reclamada por los movimientos feministas, es contraria a los propios intereses de la mujer.