Varios padres de Familia nos han consultado sobre el derecho que les asiste de oponerse a que el cuento “Nicolás tiene dos papás” sea leído y comentado a sus hijos. El folleto fue elaborado por el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) para los jardines infantiles públicos de Chile (JUNJI).
Por derecho constitucional los padres son quienes tienen el derecho de decidir “cuándo, cómo y qué le enseñarán a sus niños”, especialmente “en relación a los valores de la familia, el matrimonio y la sexualidad”.
La Corte de Apelaciones de Valparaíso rechazó la solicitud de no distribuir el cuento, reconociendo, sin embargo, que “la educación moral o religiosa de los hijos es tarea preferente de los padres, y por lo tanto, son ellos quienes deben decidir cuándo, cómo y qué le enseñarán a sus niños”.
Este tribunal estableció que “la obra debe ser entregada previo acuerdo y a solicitud expresa de la comunidad educativa, sin que su contenido pueda ser impuesto de forma obligatoria». La violación de esta norma vulnera derechos constitucionales.
Lamentablemente dicho tribunal no estableció medidas de control para la entrega del cuento por parte de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI).
“En la práctica, hoy en día nadie está controlando que los promotores del cuento estén cumpliendo las condiciones fijadas por la justicia. Nadie presume mala fe, pero no fiscalizar a quienes distribuyen el cuento es ser ingenuos. Muchos papás y mamás ni siquiera saben que pueden oponerse a la lectura del cuento a sus hijos”, advirtió el abogado Ruggero Cozzi Elzo, Director Ejecutivo de la ONG Comunidad y Justicia.
“Cuando un organismo estatal impulsa medidas tan contradictorias, sin reconocer su error, quiere decir que el Estado ya no está al servicio de las personas, sino al servicio de una ideología, en este caso, la ideología de género”, alertó
Cozzi afirmó que “fue el propio Gobierno (de Chile) quien apareció patrocinando y promoviendo esta lectura en jardines infantiles. Eso es increíble considerando que el Estado, supuestamente, debe ser neutral frente a las creencias de los particulares, y más sorprendente aún, si consideramos la edad e inmadurez de los párvulos”.
Fuente: ACI