El hombre contemplativo
16/06/2024 | Por Acción Familia
Si la persona construye su alma en la contemplación, tendrá una alegría interior en medio de las amarguras de la vida. Contemplando, la persona modela un alma que tiene algo de luminoso.
Si la persona construye su alma en la contemplación, tendrá una alegría interior en medio de las amarguras de la vida. Contemplando, la persona modela un alma que tiene algo de luminoso.
Hay una masa de mentiras y de errores que debéis disipar, sin mirar a las personas que los difunden. Debéis combatir el error, aun entre los católicos, pues éstos tienen menos derecho ‒si puedo hablar de derecho‒ de que los otros a predicar ideas erróneas Verdades olvidadas Palabras dirigidas por San Juan María Vianney a
(siga leyendo)
Al mediocre le parece ridículo todo lo que está encima de él, porque teme las cosas superiores. Al activista de la mediocridad le queda al actuar una preocupación: es el miedo a comprometerse.
El Salmista dice: ‘Odié la asamblea de los malos y no quiero sentarme al lado de los impíos’ (S1. 25, 5). Recordaos de estas palabras del Profeta, en el comienzo del primer salmo: ‘Feliz aquel que no tomó parte en el consejo de los malos'». (Sl. I, I)
El mundo de hoy anda muy agitado. Esa agitación parece proceder de una frustración profunda. ¿Cuál es la causa de esa frustración? ¿Qué espera la gente de la vida?
El cristiano debe aliar la astucia a la candidez. La Sagrada Escritura numerosas veces apela a seres materiales para hacernos entender y apreciar realidades espirituales y morales.
Folleto gratuito, con más de 100 frases escogidas de Plinio Corrêa de Oliveira, ilustradas de fondo con sugestivos cuadros de la pintura clásica, que pretenden hacer las ideas más atractivas, comprensibles y sugerentes. (Formatos pdf y Epub)
“Allí solos conversábamos dulcísimamente; y olvidando las cosas pasadas, ocupados en lo por venir, nos preguntábamos los dos, delante de la verdad presente que eres Tú, cuál sería la vida eterna de los santos, que ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni el corazón del hombre concibió».
La naturaleza humana es tan propensa a la verdad que, cuando el hombre ama algo contrario a la verdad, él quiere que este algo sea verdadero. De este modo, cae en el error, persuadiéndose de que es verdadero lo que en la realidad es falso.
San Atanasio de Alejandría fue un enemigo acérrimo de la herejía arriana, que negaba la divinidad Jesucristo. Esta herejía inficionó a gran parte de los Obispos y se extendió por toda la cristiandad.