Algunas reflexiones útiles

Desde pequeños recibimos la influencia de las ideas y de las tendencias del ambiente de nuestro hogar
La educación de la familia consiste muy especialmente en la creación de un ambiente doméstico impregnado de valores cristianos.Desde pequeños recibimos la influencia de las ideas y de las tendencias del ambiente de nuestro hogar. Ellas penetran a fondo en nuestro espÃritu, como por osmosis, en el seno de la vida familiar.
Las ideas de bondad, de belleza, de inocencia, de pureza, de mal, de pecado, las recibimos implÃcitas y explÃcitas -pero mucho más implÃcita que explicitamente -en el seno de la familia.
El ambiente de la vida de familia está impregnado de ese tipo de influencias, y es por eso que cada familia tiene un modo propio de ser buena, pura, cortés, o de ser mala, mundana, descortés etc. Hay insolencias que son tÃpicas de cierto tipo de familias, y ciertas formas de delicadeza caracterÃsticas de otra gente. Ciertas groserÃas o ciertas gentilezas traen la marca de fábrica. Hay bellaquerÃas o hay habilidades que son propias de ciertas estirpes: los padres, los abuelos, los tÃos, todos hacen bellaquerÃas de ese tipo, y los hijos aprenden a hacerlas del mismo modo. Existen ciertos modos de hacer tonterÃas en los negocios, por ejemplo, que caracterizan a una familia.

La propia decoración del hogar condicionará profundamente los modos de sentir y de pensar del hombre
PodrÃamos agregar que la propia decoración del hogar condicionará profundamente los modos de sentir y de pensar del hombre.
¿Cuál es la razón de esto?
Todos esos modos de ser quedan, por asà decirlo, fluctuando dentro de la vida de familia, e impregnan profundamente al niño, tendiendo consecuentemente a influenciarlo, e incluso a gobernarlo durante toda su vida. Este bagaje de ideas y hábitos mentales, implÃcitos y explÃcitos, penetran profundamente en la sensibilidad y en la mentalidad del hombre.
Es en estas profundidades del alma que se da la formación del niño.