Autoridad, fuerza y delicadeza: En la fotografía podemos ver estos tres bellos elementos desiguales, jerárquicos y complementarios. Las diversas responsabilidades y distintos papeles deben armonizarse en una sociedad sana, sin querer una igualdad utópica
Primero vemos al Presidente: ceremonioso y serio, representando el peso de la grave responsabilidad de su cargo.
A un lado el General encarnando la fuerza al servicio del bien común y, por fin, las encantadoras damas que añaden a la escena una viva nota de elegancia, delicadeza y fantasía.
La supresión de las desigualdades es condición para eliminar la religión
Tres elementos bien desiguales, pero todos importantes. Hagan una prueba: vayan tapando con la mano uno por uno cada uno de los elementos y verán que es análogo a quitarle un brazo a una persona. Por ejemplo: si se quitase del cuadro a las señoras, todo se volvería pesado y perdería esa nota de gracia y fantasía, que tanto enriquece y alegra la escena.
Es un bonito ejemplo de como deben armonizarse en una sociedad sana las diversas responsabilidades y distintos papeles. Sin querer igualar a las personas, lo que sería un empobrecimiento. Cada uno tiene su papel como en una Familia.