El email lanzado por un grupo de personas, que invitaba a abstenerse de comprar medicamentos del laboratorio Recalcine, por ser el que produce y distribuye la píldora del día siguiente en Chile, llevó a la Gerencia de esa empresa a dejar de distribuir esa píldora en farmacias.
Y luego hay quien dice que no podemos hacer nada, que no nos van a hacer caso, etc…
Es interesante constatar que muchas veces los pesimistas que dicen «no hay nada que hacer», son los optimistas que antes no quieren oponerse a un hecho nocivo, porque, dicen, «nooo…eso no va a ocurrir en Chile».
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Laboratorios temen boicot por «píldora»
Empresas prefieren abstenerse de vender el fármaco en Chile.
D. V.
Los laboratorios nacionales no están dispuestos a vender la píldora del día después principalmente por los problemas que les ha generado comercializar la controvertida pastilla en Chile.
Este fragmento es parte de un mail que circuló por Internet en septiembre y que alertó a estas empresas de la presión que existe en torno al medicamento.
«A raíz del empecinamiento del Gobierno de distribuir a menores de edad «la píldora del día después», quiero proponerles una manera bastante sencilla y práctica de mostrar nuestro desacuerdo: abstenernos de comprar medicamentos del laboratorio que, en estos momento, produce y distribuye la píldora en Chile: Recalcine».
El correo -lanzado por un grupo de civiles N.N.- llegó a un computador de la gerencia de Recalcine el 11 de septiembre de 2006. Ese mismo día el laboratorio decidió dejar de distribuir la píldora en farmacias.
Debido a éste y otros hechos, los representantes de la mayoría de las empresas -que no quieren hablar públicamente del tema- reconocen que existe una intensa presión social, por lo que el costo de vender el anticonceptivo en el mercado nacional «es muy alto».
Uno de ellos advierte que su empresa no tiene ningún problema en vender el producto en el resto del mundo, pero «en Chile es muy fuerte la polémica. Traer, distribuir o vender la píldora en este país perjudica la imagen».
Empresarios indican, además, que la demanda por el anticonceptivo es baja.
El Mercurio, Viernes 2 de marzo de 2007