Hubo un tiempo en que los chilenos tenían aspiraciones y soñaban con algo grande, con alguna gran realización. Junto con su índole natural recia, viril y un tanto aventurera, les llevó a lanzarse a los desafíos y a la conquista de un vasto territorio.
Siempre creí que Chile supo soñar
Viendo muchas fotografías del Chile antiguo, me fui dando cuenta de numerosos aspectos de la vida de otrora que no conocí.
Noté sobre todo, que hubo un tiempo en que Chile y los chilenos tenían aspiraciones y soñaban con algo grande, con alguna gran realización.
Un modesto monumento a la gracia femenina
Fue eso, junto con su índole natural recia, viril y un tanto aventurera, que le llevó a lanzarse a los desafíos y a la conquista de un vasto territorio, muy hostil en algunos lugares, pero en casi todos privilegiado por una gran belleza natural.
Estoy convencido de que, aunque las costumbres de hoy en día hayan decaído mucho, todo chileno tiene en su corazón por lo menos una centella de ese espíritu que en algún momento hizo ser grande a Chile.
El objetivo de esta sección es contribuir a reanimar esas aspiraciones, esa centella, que nos lleve a recuperar y mejorar todo lo bueno que nuestros mayores nos mostraron y nos dejaron como herencia.
Juan Barandiarán Porta