Apoyo desconcertante

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Representante chilena favorece que la ONU admita a entidad LGTB como entidad consultiva.

Hace tres años, la “Comisión Internacional pro Derechos Humanos de Homosexuales y Lesbianas” (IGLHRC- sigla de su nombre en inglés) pidió formar parte del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC) como miembro consultivo. No lo logró pues varios países -Egipto, Rusia, China, Pakistán, Sudán, Qatar, Angola y Burundi- no obtuvieron respuestas satisfactorias de la referida entidad, sobre cómo concibe tales derechos, y de qué modo, al promoverlos, se respetarían las convicciones morales de la población. 

El Comité de la ONU sobre ONGs está formado por delgados de 19 países. Turquía se abstuvo y los Estados Unidos y el Reino Unido apoyaron a la organización en su pedido, pues comparten con ella la adhesión a la “ideología de género”, hipertrofiando los supuestos “derechos” que se atribuyen a homosexuales y lesbianas y viendo en cualquier limitación a éstos una injusta discriminación.

Ante la negativa, el Reino Unido y los Estados Unidos decidieron intentar que el propio ECOSOC dé a la IGLHRC esa acreditación, lo que será debatido y votado en la tercera semana del mes en curso. ¿Qué posición ha asumido Chile al respecto?

Muchos creerán que, diciéndose el actual gobierno chileno defensor de la Familia, y siendo obvio que la “ideología de género” ampara iniciativas legales que degradan las costumbres, como es el reconocimiento de las conductas homosexuales, la portavoz de Chile se pronunciaría en contra del pedido, pues no tiene sentido pedir que organismos propensos a tales desvíos orienten la política mundial en materia de costumbres.

No fue lo que sucedió, pues Belén Sapag tomó la palabra para enfatizar que Chile es favorable a la “inclusión y a la diversidad”, y contrario a todas las discriminaciones, pero no mencionó que lo establecido por la Constitución chilena es excluir sólo aquellas discriminaciones que sean arbitrarias.

La referida Belén Sapag es la jefa de la misión chilena en la ONU en lo que se refiere a estas materias, y al mismo tiempo participa de la dirección del Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM), el cual, como órgano feminista de la ONU, profesa la “ideología de género” y muestra por tanto notoria simpatía por homosexuales y lesbianas, así como apoyo a los pseudo-derechos con que la ONU quiere favorecerlos.

Cuesta creer que personas tan contrarias a la Moral cristiana continúen siendo portavoces y representantes del País, después de que éste eligió un cambio de rumbos en las pasadas elecciones; y que los beneficiarios directos de este cambio no se den por concernidos de las expectativas nacionales cuando los eligió para los más altos cargos.

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09/07/2010 | Por | Categoría: Revolución Cultural
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